Espera que deje de sonar ese susurro,
y luego, quédate quieto, esperando todavía
a que pase el tiempo sobre las cosas.
Espera, sin esperar nada
para no decepcionarte bajo los cerezos.
Esta vez no tengo reproches,
ni preguntas, ni mentiras.
El tiempo es siempre la respuesta,
la trampa, la medida de todas las promesas.
No me digas nada
para que yo no tenga que responderte
Simplemente, espera,
como si nada quedase después de
la primavera consumida,
sin sol, sin besos.
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