30 junio, 2011

Pechei a porta ao mundo despois de varias cañas e moita frivolidade, precisaba un momento tenro no que estivese por fin cara a cara co meu destino. E non tiven medo ao servirme unha última copa e poñer algo de música. Necesitaba a miña alma desgarrada con romanticismo, romanticismo no que eu non creo pero que sí que podo lembrar. Sí, a esencia última do romanticismo volta a min como aquel recordo dos xelados que tomabamos de nenos, que sabían a gloria e que logo deixaron de fabricalos. Nada voltará a ser igual e sin embargo non podemos escapar da memoria.

Unha copa e unha canción antes de abandonarme ao sono como quen se abandona ao fin dun abismo infinito.

29 junio, 2011

Mi marcapasos ha decidido terminar sus días, pero no de pronto, sino de una forma agónica que obliga a los médicos a reprogramarme para vivir bajo mínimos los próximos meses. Sesenta pulsaciones por minuto y todo el tiempo del mundo para gastarlo como quiera. Tengo la sensación de que el destino se está partiendo de risa conmigo, que esto ya no es una simple broma inocente o una zancadilla que me ponen para que espabile, sino una auténtica putada de la que no se si voy a recuperarme. Mi vida entera bajo mínimos , y curiosamente, no pierdo la sonrisa. Al contrario, me divierto e incluso por momentos experimento sentimientos parecidos a la felicidad.

Me perturba sin embargo verme postrada en días de finales de junio en un sofá con la tensión bajo cero y el corazón latiéndome en la garganta. Me perturba no poder caminar al ritmo que lo hacía antes y sobre todo me perturba y me cabrea sentirme como un robot al que han programado para que apenas pueda moverse.

Sin embargo siempre pensé que todo se puede suplir con voluntad y mañana me he dispuesto a recomenzar, sea por donde sea.

Me cargué de libros existencialistas que se de entrada que no van a sentarle demasiado bien a mi espíritu, pero los combiné con una selección cuidada de dvd frívolos e inconsistentes: la sexta temporada de Sexo en Nueva York. Si, me preparé para la postración por si mi corazón no quiere darme mañana una tregua.

Supongo que es lo máximo que puedo hacer por mi en estos momentos.

Pero , ¿cómo se afronta un verano entero a 60 pulsaciones por minuto y bajones de tensión cada dos por tres?

Y , me pregunto además, ¿es posible el sexo con un marcapasos que agoniza dentro de mi pecho? ¿ No agonizaré yo al mismo tiempo que mi marcapasos?

*

¿Cando sabemos que unha persoa que acabamos de coñecer vai formar parte importante do noso presente e quizais incluso do noso futuro? ¿Qué clase de intuición nos indica que alguén que entrou por casualidade na nosa vida vai a quedarse?


Que che vaia bonito

A clave de todo, da supervivencia por exemplo, está en non pensar demasiado nas hostilidades, nos ventos en contra, e simplemente alargar a gorxa o máis posible para quitar a cabeza do furado e respirar. Non se comprende senón outra maneira de soportar a adversidade sin ver flaquear o ánimo. Pero o malo de todo letargo é cando alguén -sin malicia- ven a despertarte como para facerche un favor, e ponche diante o espello e a realidade ao mesmo tempo, para que dunha vez por todas sufras o que tes que sufrir e pises por fin consciente o fango que che corresponde.

Parecería que me fixen ainda máis pesimista, pero non é certo. Onte un amigo revolveu os meus adentros para dicirme dun xeito casi cariñoso que a vida é puta e cabrona dabondo e que a xente non merece demasiado a pena. Eu teño dúbidas ainda , en xeral, en canto á maldade da humanidade enteira, pero sin embargo non podo albergar ningunha dúbida sobre a maldade dalgunhas persoas que durante dez anos formaron parte da miña vida.

En cuestión de minutos, o que dura un café nun bar , saltaron polos aires dez anos da miña vida e quedaron atrás con contundencia os que foran máis que amigos e compañeiros. Alí amei , vivín, fun feliz e chorei como en ningún outro lugar. Fun eu por riba de calquera outra cousa e entregueime en todo durante moito -demasiado- tempo.

E sin embargo, nun café nun bar, esnaquizouse aquela vida e aquel pasado convertiuse en bruma xa inaccesible para sempre.

Non quero mirar atrás, e menos tinguir os pensamentos de melancolía, quizais porque durante os últimos tempos fun intuíndo pouco a pouco que non paga a pena. Cadaquén coa súa conciencia, e que logo leven polo mundo a cabeza como poidan, pero non serei eu a que veña aquí a facer comparacións nin reproches inútiles.

En Seaga botaron a dous á rúa e os bombeiros da provincia puxéronse en folga. Todavía caben comportamentos solidarios e casi heroicos, que me fan estremecer. ¿Pero é este o comportamento xeral da xente?

O que máis doe e darte conta , pasado o tempo, que amaches de verdade; que entregaches parte de ti minuto a minuto e que a esa entrega lle chamaches sin pudor e con orgullo amistade . E chegada a hora da verdade, cando precisas que alguén máis ca ti teña unha pinga de memoria, todo continúe xirando sin máis, sin nin siquiera unha tarxeta postal que diga "que che vaia bonito".

27 junio, 2011

O verán instalouse oficialmente coa fin de semana de terrible calor que acaba de pasar. Eu estiven en Lugo reconstruíndo unha vella amistade coa frescura casi dos adolescentes. Porque hai amistades así ,que afloran cando lles das un pequeno espacio, como si o tempo e a vida e os distintos camiños que cada un de nós tomamos non puidesen alonxarnos nunca. A verdadeira amistade consiste precisamente niso, nos encontros a través do tempo nos que a conversa flúe como si a última vez que nos atopamos fose onte á tarde e non fai anos.

*

Estaba cambiándose para saír, probando vestidos e zapatos na procura máis da comodidade que doutra cousa,e ao rematar buscou dúas pulseras que lle dan sorte e que facían xogo co vestido polo que optou finalmente. Pero cando xa tiña postas as dúas pulseiras, unha branca e outra negra, quitou a negra e dixo : "Para ti, eres mi mejor amiga y quiero que tengas algo mío". E eu quería dicirlle tantas cousas naquel momento...Pero ás veces non podemos expresar o que sentimos con palabras, e simplemente dixen gracias.

*

O neno de seis anos díxome nada mais coñecerme:

-¿ y tú cuantos años tienes?

-Como tú madre- contestei eu.

-Estoy confundido, mi madre y tu no sois como las señoras de vuestra edad. ¿ Por qué?

*

Despois de casi dez anos díxome no medio dunha festa popular , entre churrasco ,vellos e gintonics que se lembraba moitas veces do único bico que nos demos, no asiento de atrás do coche de miña irmá unha noite de borrachera. Logo díxome que lle gustaría casar conmigo, ter un fillo conmigo , vivir toda a vida conmigo...

*

24 junio, 2011

Vuelvo a este espacio, después de unos días ausente, con el firme propósito de no ser sincera. La sinceridad me agota, me deprime y me aburre. Que sirva esto como una declaración de intenciones para el futuro, para que los que caigan en la horrible lectura de este blog entiendan la perspectiva real de lo que leen.

*

¿Hasta dónde podemos confiar en las personas? ¿Cómo y cuándo sabemos que un desconocido es de fiar? Un hombre de pronto te conoce, y comienza a llamarte a todas horas, te pregunta que tal estás, te invita a un café, te dice que quiere conocerte pero que tiene para hacerlo toda la vida, se porta bien con tus amigas, mantiene las distancias, no te presiona...¿No es lo que todas queremos? ¿Un hombre que realmente nos demuestre que está por nosotras y que le importamos realmente más allá del físico y de otras superficialidades? Y sin embargo a mi, que estoy acostumbrada a tratar con el "homo progresus", fruto de esta sociedad avanzada en la que nos intalamos todos más o menos en una adolescencia perpetua de la que sólo nos despojamos para ir a nuestros maravillosos y respetables puestos de trabajo, no me fío demasiado de las buenas intenciones de un hombre que me trata como si yo fuese la única mujer del mundo acreedora de todas las virtudes. No termino de creerme ese ritual de conquista más propio de la época romántica que de la actual y en el fondo, creo vislumbrar un pequeño grado de paranoya o psicosis.

Así soy, producto de la sociedad materialista y acelerada en la que vivimos, en la que los hombres parecen poner todo su empeño en conseguir un polvo de una noche para desencantarse con los primeros besos del amanecer que incluso a veces no llegan ni a darse. Y mis amigos me recriminan a veces que soy una mujer fría, incrédula que no da oportunidades al amor, y que soy yo la que de manera superficial se adentra en la vida de esos hombres para quedarse el menos tiempo posible. Pero no es cierto. Yo observo, y los hombres de este siglo, por lo menos los que me rodean a mi diariamente, sólo son buenos amantes si tienen una pareja estable de muchos años con la que hacer barbacoa en familia los domingos. De lo contrario, acojonados por perder su estatus de perfecto "single" que hace-lo-que-quiere- como-y-cuando-quiere no se atreven ni a invitarte a una cocacola como simple preámbulo para un sexo desenfrenado y sin compromiso. Todo lo que sea levantar el teléfono y concertar una hora y un lugar, es una especie de compromiso que hace peligrar su vida de soltero. Así que viviendo en este error de base, la mayoría de los hombres solteros que pasan de los 25 y no tienen novia, mujer o amante que les haga la colada y la cena, esperan a encontrarte por azar en un bar o en una discoteca, la que soleis frecuentar los dos, y esperan que por su cara bonita y otros encantos que intuyes de él, pero que nunca te mostró ni te mostrará, te vayas con el a las 8 de la mañana a chupársela a un portal.

Y por eso, cuando irrumpe en nuestras vidas un hombre que se comporta de otra manera , yo no puedo más que desconfiar. ¿ Qué intenciones tiene realmente?

*

Me decidí por fin a quedar con él, para una cerveza a media tarde, algo rápido. Pensé que quizás le esté prejuzgando y que no estoy comportándome con él como me gustaría que se comportasen conmigo.

En la cita mantengo las distancias, pero me muestro receptiva. Opté por dejar en casa todo prejuicio, pues de lo contrario no habría ni aparecido. Le escucho, le cuento y procuro activar los resortes de la confianza.

El se vende como si fuese un comercial ofertándose como mercancía con garantías de futuro: hombre de cuarenta, culto, que habla tres idiomas, con carrera , amante de su familia, fascinado por mi, con deseos de conocerme y respetarme y amarme el resto de mi vida. Y a cambio me pide una simple oportunidad para que le deje conocerle.

Tontea , coquetea, se pierde en mi escote mientras le hablo y casi está a punto de convencerme de su normalidad.

Se despide como un caballero en la puerta de mi casa. Siguiendo con su prudencia y su saber estar me pide un abrazo de despida, y lo recibe como un niño que recibe un tesoro , con brillo en los ojos. Me lo he creído casi del todo.

*

Llevo dos minutos en casa y recibo un sms. Me da las gracias por compartir mi tiempo con él. Parece un gesto romántico aunque quizás un tanto empalagoso, pero lo recibo con cierto agrado, o por lo menos no llega a incomodarme. Y con ese regusto que dejan las cosas bien hechas, voy lavándome los dientes, poniéndome el pijama, encendiendo el ordenador...cuando suena el teléfono.

Es él. No pasaron ni diez minutos. La cosa empieza a pasar de castaño oscuro. Contesto molesta, muy molesta. "Estoy durmiendo" Puede que sea un tipo tradiconal, que le guste un huevo y que quiera conocerme a toda costa, pero es un pesado.

*

Piensa mal y acertarás:

El mundo es un pañuelo y esta ciudad mucho más. Afortunadamente a veces, también hay que decirlo.

Tomando un café con una amiga me enteré de que el chico de la cita de anoche es el mismo con el que ella se fué una noche a su casa. Típico encuentro nocturno, que bien podría terminar en unos besos en un portal , en un polvo o simplemente en una copa con charla en cualquier pafeto de la ciduad, al gusto del consumidor. Nunca supimos como terminara aquel ligue de una noche de mi amiga, y por discreción no preguntamos. Yo personalmente creí que su discreción respondía a su pudor y a su falta de costumbre respecto a lo que a rollos de una noche se refiere. Pues bien, el chico aquella noche -mi chico amable y embaucador- intentó forzarla en su portal ,cuando ella después de los primeros besos se dió cuenta de que no quería ir más allá. Forcejearon y ella consiguió con su fuerza echarle finalmente. Al día siguiente estaba llena de moretones por los golpes del forcejeo. No le denunció. No se lo contó a nadie. Hasta ayer.

Ese chico es mi chico, el de mi historia, el que me ofrece el paraíso así de golpe, a mi, por ser yo.

Creo que me mareé cuando mi amiga me contó lo que le pasó aquella noche. Y de pronto las imágenes de mi encuentro con el volvieron a mi cabeza a borbotones. Era como estar en una película de Antena 3 de la sobremesa, una mujer engañada por un hombre y que se convierte en víctima sin haberse dado cuenta, cuando ya es demasiado tarde.

*

Y la pregunta continúa en el aire ¿Cómo y cuándo sabemos que un desconocido es de fiar?

15 junio, 2011

Estou lendo un libro no que se parte dunha concepción pesimista do home, como un ser horrible, incapaz de solidaridade, de amor, de compaixón. Un ser cruel por riba de calquera outra máxima, ao estilo de Plutarco "o home é un lobo para o home". E pregúntome entón, ¿cal é a miña idea sobre o home? ¿creo todavía na raza humana?.

O libro vai sobre a guerra, os seus horrores, o seu sinsentido , sobretodo. E de como a guerra nos deshumaniza ainda máis ata facernos esquecer quenes somos, a quen odiamos e por qué os odiamos. Supoño que eu todavía estou a salvo desta visión negra e nada esperanzadora sobre a nosa especie. Non vivín ningunha guerra nin episodios violentos de calquera tipo, son dende este punto de vista, unha privilexiada.

Sí, creo no home todavía, cunha fé cega e absoluta. Creo que hai homes malos e que a maldade , o crime a opresión a tortura...non están xustificadas de xeito algún, que non hai culpables máis alá do que causa o mal mesmo, pero creo que prevalece un fío de solidaridade invisible que nos une dalgún xeito e que se fai visible cando o necesitamos. Creo nas posibilidades e no futuro. Na intelixencia e nos sentimentos de fraternidade e ternura. E creo que era hora de que mo dixera a min mesma.
"La gran derrota, en todo, es olvidar, y sobre todo lo que te ha matado, y diñarla sin comprender nunca hasta qué punto son hijoputas los hombres. Cuando estemos al borde del hoyo, no habrá que hacerse el listo, pero tampoco olvidar, habrá que contar todo sin cambiar una palabra, todas las cabronadas más increíbles que hayamos visto en los hombres y después hincar el pico y bajar. Es trabajo de sobra para toda una vida."



*



"Para que el cerebro de un idiota se ponga en movimiento, tienen que ocurrirle muchas cosas y muy crueles."



*



"En ese oficio de dejarse matar, no hay que ser exigente, hay que hacer como si la vida siguiera, eso es lo más duro, esa mentira."



*



"El cañón para ellos no era sino ruido. Por eso pueden durar las guerras. Ni siquiera quienes las hacen, quienes están haciéndolas, las imaginan. Con una bala en el vientre, habrían seguido recogiendo sandalias viejas por la carretera, que áun podían servir *



"No estaba contengo de haber dado mis cinco francos.



Cinco francos se interponían entre nosotros. Son suficientes para odiar, cinco francos, y desear que revienten todos. No hay amor que valga en este mundo, mientras haya cinco francos de por medio."



*



¨Sí, de lo más cobarde, Lola, rechazo la guerra por entero y todo lo que entraña...Yo no la deploro...Ni me resigno...Ni lloriqueo por ella...La rechazo de plano, con todos los hombres que encierra, no quiero tener nada que ver con ellos, con ella. Aunque sean noventa y cinco millones y yo sólo uno, ellos son los que se equivocan, Lola, y yo quien tiene razón, porque yo soy el único que sabe lo que quiere: no quiero morir nunca."









Louis-Ferdinand Céline. Viaje al fin de la noche






04 junio, 2011

Existen noites que se van complicando soas, ou quizais coa axuda do vodka, o caso é que rematan nunha resaca tremenda ao día seguinte e unha rosa de tela metida nun vaso con auga na cociña. O que sucedeu antes de que esa rosa de tela chegara a estar metida nese floreiro improvisado non ten demasiada importancia, simplemente é a constatación de que estou nun punto crítico da miña existencia.
*

Casi estaban todos os homes que me fan suspirar últimamente, todos revoltos no medio da noite, dentro dos locais , fóra dos locais, falando , ligando con outras que non eran eu, que non se parecían en nada a min. Así que busquei refuxio no alcol. E a cousa non fixo senón empeorar. En fin, que a miña vida amorosa é espantosamente triste.

O home máis guapo da cidade estivo frío e distante, eso que facía demasiado tempo que non nos viramos. O home máis simpático e pillo da cidade tamén estivo distante, estaba probablemente intentando ligar con alguén e por iso non podía prestarme demasiada atención, sin embargo non descuidou os seus bos modais e levantoume no aire coma sempre fai para saudarme e díxome que estaba moi guapa. Nada máis.

O último home co que me deitei estivo moi moi distante, pero non o suficiente como para deixar de darme un bico e logo pasar de min como si non existese. Un morreo apasionado , un coqueteo insustancial e ao darme a volta, xa estaba ligando con outra.

Sin embargo había ao meu lado todo o tempo un home pequeno, calvo e simpaticote que non me deixou soa nin un segundo e que empeñou en facerme a noite feliz. Traiame unha ceveza tras outra,e aguantou estoicamente as miñas bágoas de depresión alcólica e o meu rosario de lamentos, que si fulanito pasa de min ou menganito está con outra; en fin ,que ahí estaba este home facéndome compaña, coidándome e dicindome o marbillosa que son mentres eu non facía máis que chorar por homes que o único malo que podo dicir deles é que non lles gusto tanto como me gustan eles a min.
Si fose lista e me quixese un pouco a min mesma, agora tería grabado no meu móbil o número de teléfono dese home pequeno e calvo, convidaríao a un café e daríalle as gracias por non ser o home máis guapo da cidade, nin o máis pillo, nin o último co que follei, daríalle as gracias por ser simplemente él e non deixarme soa.

02 junio, 2011

A mesma sensación que cando tiña 15 ou 16 anos e remataba un curso máis do instituto; esa nostalxia acumulada de golpe nas entrañas, esa tristeza mezclada coas promesas dun verán a punto de estrenarse, ese abismo de incertidume ante o futuro e a esperanza de que o próximo ano voltemos a atoparnos todos xuntos na mesma clase, coa mesmas poucas ganas que tiñamos este, coas mesmas queixas, construíndo sen darnos conta un comezo de amistade.

*

Alba, Tito, Mónica, Yuliet, Leticia, Ana, Elisa, Bea, Paula, María, Luis, Rosana, Nilsa, Conchi, Montse e Raquel.

*
Cristina.
*

Hai emocións, sensacións, que nunca deberiamos deixar de sentir, das que non debemos privarnos baixo ningún concepto. Ir a clase, compartir durante un ano pupitre nunha aula de instituto ,coa súa pizarra verde e as súas sillas e mesas verdes, facer deberes, falar en clase, facer exames, poñerte nerviosa, namorarte dun compañeiro, quedar despois de clase, facer amigos, quedar para estudiar, ir dar apoio aos compañeiros nos exames, intercambiar os números de telefono, prometernos amistade, sentir unha profunda tristeza ao rematar o curso, aferrarnos como se de un salvavidas se tratase a ese último día, o día que dan as notas, como a posibilidade última de dicir o que non se dixo antes, de sentar as bases do que vai a ser a nosa relación no futuro, a amistade a proba, e a promesa -sempre a promesa- de encontrarnos no próximo curso, ainda que todos sabemos que nada será igual.