Sentirse vivo es algo fantástico, y os lo dice una mujer que últimamente se ha sentido más viva que nunca, más joven que nunca... Y es que no hay nada como volver a la Universidad para sentirse de nuevo joven y llena de fuerzas para hacer cualquier cosa. Hoy tuve mi primer examen de Ciencias Políticas en la Uned, y las experiencia fue sin duda maravillosa. Y direis que estoy loca considerar maravilloso hacer un examen ,pero fue toda una regresión al pasado, de pronto fue como si tuviese de nuevo 20 años. Me enfrenté al examen con los mismos nervios y el mismo cansancio que cuando estudiaba Derecho en Santiago de Compostela. Estudié contrareloj, acumulando cansancio día tras día , al tiempo que los conceptos se me iban "embrollando " en la cabeza. Los últimos días casi ni tiempo a comer tenía, constantemente planificando las horas de estudio, y los temas por hora. El aburrimiento no tenía límites, y aún por encima, en la calle el "barullo " de los que festejaban el Carnaval era una tentación más que considerable. Vamos, que fué durísimo. Nada que decir de la noche antes del examen, en la que te obsesionas con repasarlo absolutamete todo, en la que no te acuerdas absolutamente de nada, en la que sólo quieres dormir, dormir, dormir... Pero cuando por fin decides dejar de repasar y te acuestas, mentalmente visualizas todo el temario, y empiezan los conceptos a pelearse unos con otros, a mezclarse y remezclarse, hasta que lo que estudiaste y lo que finalmente recuerdas no tiene ni el más mínimo parecido. El sueño que no llega. Y miras el reloj contando las horas que te quedan antes de que suene el despertador para hacer el último repaso. Ese en el que ya no aprendes nada, en el que lo único que haces es darte cuenta de que lo llevas todo "cogido por un hilo". La hora del lexatin, de la diarrea previa a entrar en el aula de exámenes, carnet en mano, boligrafo de tinta azul. Manojo de nervios. En fin, de nuevo joven, como cuando tenía 20 años. Mi primer examen en la Uned.
Pero tienes las preguntas delante y otro reto importante, redactar, plasmar en papel tus conocimientos , escribir. Si, escribir con bolígrafo, con tu puño y letra. Hacer caligrafía legible, pensar, relacionar conceptos...Todo un reto después de tanto tiempo sin hacer un mínimo ejercicio de redaccdión. ¿Cómo se usaba un bolígrafo?
Lo dicho, aunque parezca masoquismo, no puedo más que decir que como experiencia ha sido fantástica. Si por encima apruebo ( tengo posibilidades, pero no me atrevo a aventurar mi éxito) ya ni os cuento que éxtasis infinito.
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