Hoy tuve la impresión de que
los campos se deshacían
bajo mis pies, y todo,
incluso yo, se hacía agua.
Hoy temblé de frío
o de algo
y vi resquebrajarse
el sol último de septiembre.
Pensé que las gaviotas
se sentirían más libres
con las playas desiertas,
sin los turistas,
sin las desilusiones veraniegas.
Tal vez sea esta luz,
tan distinta a otros luces,
la que me hace temblar.
O me engaño a mi misma
y pienso en ti
como algo irreal que
no traerá consecuencias.
Añoro la lluvia.
Ojalá llegue a cortar
la estación sin piedad,
y barra el verano
que no pudo ser,
ese que sueño desde
que soy una chiquilla.
Me diluyo en esta luz
que disfraza la tarde
de melancolía
y evito tus ojos, tal vez.
No me interpretes mal,
no estoy triste, ni confusa.
Es sólo esta maldita luz
y la estación que no acaba
de definirse.
Y mis recuerdos,
y todo aquello que me prometiste.
1 comentario:
Hola!
Ayer te llamé para hablar cuando llegué a casa, cerca de las cuatro. Solo era para hablar un momento antes de irme de viaje. El resto de la tarde estuve muy liada. Tuve incluso una cita a ciegas con un chico venezolano al que mi padre le dió el teléfono..en fin, una historia. Ya os contaré a la vuelta...pero con todas esas cosas, perdí un montón de tiempo y ahora voy apurada.
Un beso, linda.
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