El enamorado de los ascensores. Charles Bukowski
"Lo peor es que te preguntas de dónde vas a sacar bastantes fuerzas la mañana siguiente para seguir haciendo lo que has hecho la víspera y desde hace ya tanto, de dónde vas a sacar fuerzas para ese trajinar absurdo, para esos mil proyectos que nunca salen bien, esos intentos por salir de la necesidad agobiante, intentos siempre abortados, y todo ello para acabar convenciéndote una vez más de que el destino es invencible, de que hay que volver a caer al pie de la muralla, todas las noches, con la angustia del día siguiente, cada vez más precario, más sórdido."
Louis-Ferdinaud Céline, Viaje al fin de la noche.
"En la vida de hoy, el mundo sólo pertenece a los estúpidos, a los insensibles y a los agitados. El derecho a vivir y a triunfar se conquista hoy con los mismos procedimientos con que se conquista el internamiento en un manicomio: la incapacidad de pensar, la amoralidad y la hiperexcitación.
Ya no trabajamos; nos recreamos en el asunto al que estamos condenados.
¿Cuál de nosotros puede, volviéndose en el camino en el que no hay regreso decir lo que ha seguido como debía haberlo seguido?
La renuncia es la liberación. No querer es poder.
Ver es ser distante. Ver claro es parar. Analizar es ser extranjero.
Nunca sabemos cuándo somos sinceros. Quizá no lo seamos nunca. Y aunque seamos sinceros hoy, mañana podemos serlo por todo lo contrario.
El trabajo nunca da resultados. El esfuerzo nunca llega a ninguna parte. Sólo la abstención es noble y elevada, porque ella es la que reconoce que la realización es siempre inferior, y que la obra hecha es siempre la sombra grotesca de la obra soñada."
Fernando Pessoa, El libro del desasosiego.
Ya no trabajamos; nos recreamos en el asunto al que estamos condenados.
¿Cuál de nosotros puede, volviéndose en el camino en el que no hay regreso decir lo que ha seguido como debía haberlo seguido?
La renuncia es la liberación. No querer es poder.
Ver es ser distante. Ver claro es parar. Analizar es ser extranjero.
Nunca sabemos cuándo somos sinceros. Quizá no lo seamos nunca. Y aunque seamos sinceros hoy, mañana podemos serlo por todo lo contrario.
El trabajo nunca da resultados. El esfuerzo nunca llega a ninguna parte. Sólo la abstención es noble y elevada, porque ella es la que reconoce que la realización es siempre inferior, y que la obra hecha es siempre la sombra grotesca de la obra soñada."
Fernando Pessoa, El libro del desasosiego.
Recollo estas citas porque en parte traducen hoxe o meu estado de ánimo. Síntome así, desfeita en casi tódolos sentidos, morta en vida, triste, patética. No fondo o mundo é como eles din, un sitio hostil no que nos deixamos morrer , no que nos vamos baleirando de soños e de ilusión cada día, no que nos convertimos en estúpidos, ou mesmo é que somos estúpidos, que nacemos estúpidos sin remedio. Con qué claridade pintan o mundo que nos tocou en sorte, con que clarividencia pincelan a nosa realidade, esa da que queremos fuxir pero que nos persigue sin remedio. Pessoa é un deus que di nun só golpe que a renuncia é a liberación, sabe contar a nosa miseria, a nosa desgracia cruel de nacer e ter que tirar para adiante no medio de tanta desesperanza e de tanta sinrazón.
Hoxe a miña bandeira é o pesimismo e a única forza que teño sae da renuncia. Hoxe non quero. Hoxe non son. Hoxe a desolación percorre o meu ánimo e aniquilame por completo.
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