10 junio, 2010

Los sabores de la vida

Acabo de ver una película y de descubrir, como si se tratase de una revelación, cual es mi problema. Me faltan sabores. La vida tiene tan sólo cuatro sabores, y a mi me falta uno de ellos. No es que sea más importante ni menos que los otros tres, se trata simplemente de que los cuatro sabores se complementan. Tengo el sabor amargo, vaya que sí lo tengo. Tengo también el sabor agrio. Y tengo de vez en cuando el sabor salado, esa pizca de sal que me hace muchas veces levantarme de la cama, o que me mantiene en vela noches enteras, o que me hace tomar trenes y autobuses sin importarme los kilómetros ni las horas que dure el viaje. Pero me falta el sabor dulce, y por eso no soy feliz. Los cuatro sabores de la vida, qué sencillo era. El sabor dulce ...ni siquiera sabría definirlo, y a veces incluso temo no reconocerlo cuando lo saboree en mi paladar. ¿ Qué será lo dulce?
Ahora que se cual es mi problema, emplearé las horas que me restan para buscar ese sabor...hasta encontrarlo.

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