¿La vas a llevar puesta todo el verano? Merquei en
Portonovo, nun posto deses do paseo, unha pulseira de coiro para a muñeca, e
cando a vendedora estaba poñéndoma espetoume esta pregunta. Non sei se foi unha
reacción normal ou pola contra desproporcionada debido ao meu estado de certa
ansiedade nos últimos días, pero o certo é que sentín un vértigo fatídico, e
pensei que mesmo as pernas me floxeaban e ía caer ao chan. Porque a pregunta
non era inocua, nin moito menos. A resposta implicaba un alto grao de
compromiso que non sei se eu estou capacitada para asumir. Todo o verán. Gustábame
aquela pulseira e ía pagar por ela o que me pediran, pero ¿levala todo o verán?
Esas eran palabras maiores. E máis para decidilo así, de golpe, ás dúas da
tarde e sen tomar ainda o primeiro vermú.
Despois da parálise inicial, por vergoña supoño, dixen o
primeiro que se me pasou pola cabeza, que foi un simple si. Para saír do paso.
¿Pero cómo ía explicarlle eu a aquela boa muller que unha non pode
comprometerse nun segundo con nada para todo un verán? Ao menos non eu. Que
cada bico que dou paréceme o paraíso ata que atopo enfrente outros ollos máis
azuis ou comezo a ler unha nova novela. Podería parecer inestable. Pero non.
Simplemente trátase de puro respeto ao compromiso e a todo o que implica.
Imaxinemos, por exemplo, que a pulseira se pon negra pola
auga do mar, ou perde cor, ou – o que tamén podería suceder - deixa de gustarme un día. Eu son muller de
palabra, e se interiormente asumo un compromiso “para todo o verán” hei de
levalo adiante ata as últimas consecuencias. E pobre de min que por un
accidente se rompa ata facerse inutilizable, porque entón eu sentirei que fracasei.
E lamentarei ese fracaso todos os días que resten de verán.
Non. Non quero levala todo o verán. Polo menos non quero
ter que tomar esa decisión agora. Quero probala. Lucila un tempo. E comprobar
como me sinto ao despertar e vela ahí, pouco a pouco máis gastada. E
descubrir se cada día que pasa vaime gustando máis, ou pola contra, chega o momento no
que simplemente non me combina coa camiseta, ou cos ollos do camareiro do
chiringuito da praia. Quén sabe.
2 comentarios:
¿Ya sabes que tu querido ex tiene ahora "novia"? Ya estaba con ella cuando hablabas de las ventajas de un ex. Y supongo que sabes que una de estas noches han querido darle unas hostias por maltratador y que hay quien se las tiene juradas por eso mismo. Pontevedra es pequeña. Encima, borracho y puesto de coca hasta las cejas reconoció que era un maltratador delante de un montón de gente. Sí, Vicente. No puedo entender qué ventajas le ves a un ex que te la ha pegado siempre, que te ha llamado de todo y, lo peor, que jamás te cuidó y ni siquiera acudió a tu llamada al hospital porque, como dijo, "ya no estoy con ella, no pienso ir"... y después tiró tus cosas al mar. No fue al hospital y le dio absolutamente igual que tú estuvieras sola aquí. No le importó. Vicente solo se compadece de sí mismo y si lo ves llorar es solo por él. Después se le pasa rápidamente con una botella, o con una raya, o con maría, o con un mdma.
Entiendo que hayas borrado los mensajes. No quiero volverte a escribir, estás más que advertida, y también lo está la pobre mujer que ahora mismo confía en él... aunque ya ha comentado entre sus amigos que ha tenido "movidas" con él. Aléjate de él, por tu bien. Es un borracho, un alcohólico, como saben bien en su trabajo, y sus ataques de ira no son de mentira. Una vergüenza, un profesor que actúe así y que no trate de poner remedio. Porque va, o iba, a psicólogos, y a psiquiatras, pero la medicación la toma con bebida, etc. Aléjate, no puedes ayudarlo, te ayudarás más a ti misma si ni siquiera lo contemplas en tu vida. Él solo contempla a la gente por interés, es un enfermo que no quiere ayudarse y así seguirá mientras haya una mujer que confíe en él. Es tóxico, un trastornado que no te ha querido nunca, ni a ti ni a ninguna de las mujeres que colecciona para no enfrentarse a sí mismo y para jactarse de su "donjuanismo". Eso ha demostrado, y eso sigue demostrando, no tiene huevos para ingresar en algún sitio que lo desintoxique y lo estabilice con una medicación. Si te hubiera querido lo habría hecho por ti, o por cualquiera de las mujeres a las que dice o dijo querer y que después maltrata mientras va de víctima. Y encima, como decías, puedes "follártelo", pero ya me dirás, ejem, y no digo más. Una pena que no ingrese en un centro para enderezar su vida. Piensa en ti, Emma, solo en ti, cuida mucho esa salud y revísate médicamente, que ya sabes que a él no le importa nada contagiarte lo que sea, pero a ti te puede joder la vida. Un beso.
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