Me gustan mucho las bodas en general, pero si se trata de la boda de una amiga, entonces las bodas no es que me gusten sino que me encantan.
Si hay fines de semana que se te clavan en la memoria para siempre, no sólo en la individual, sino en la colectiva, éste ha sido uno de eses fines de semana, histórico por varios motivos. El sábado hicimos nuestra pequeña historia en una boda que jamás olvidaré, en la que me emocioné como no me imaginaba y que viví como un sueño del que no me gustó tener que despertar. El domingo, formé parte de la historia colectiva de esta Galicia nuestra que salió a la calle para defender con uñas y dientes un bien que es de todos, que es quizás nuestro mayor tesoro público: la sanidad. Gobierna el PP en la Xunta y eso supone volver a donde estuvimos tantas veces, a la calle a corear lemas y portar banderas unidos por una causa común.
Boda y manifestación , dos escenarios distintos que me devolvieron un poco a la vida.
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