Te miré un instante, hacía calor
y fuimos a la playa…
Luego se sucedieron los días.
Implacable el tiempo colocó las cosas en su sitio.
A veces se pierde un número de teléfono,
y no llegas a esa voz que te sobrecogió en el verano.
Octubre no perdona los errores
de las almas solitarias.
Fuimos a la playa, y eso fue todo.
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